Voice Recognition
X

Sheridan School District 2 News Article

April 26th, 2021: The Things We Missed

Superintendent Blog – April 2021 
 

The Things We Missed

 
The pandemic gave us a fresh appreciation for things we once took for granted—eating at a restaurant, watching the Denver Broncos in a packed stadium, going to a movie theater with a bag of popcorn, enjoying a show at Red Rocks, or hugging your relatives at big family reunion.
 
Perhaps, after the last 13 months, we’ll never take those things for granted again.  I hope that’s the case.
 
The same is true for school. Now that we have shifted back to in-person learning in Sheridan schools, I hope we also appreciate the power and impact of classrooms filled with good teaching and learning.
 
Nothing beats a classroom teacher leading a thoughtful, inperson discussion. No Zoom session or Google Classroom can match the sight and sound of twenty students and a teacher analyzing a novel or solving an algebraic equation—together.  
 
Here are the things I missed.
 
I missed the sight of buses rolling up to schools in the morning. I missed the sight of students greeting each other in the hallways. I missed the happy buzz of a busy lunchroom. I missed seeing students huddled around a beaker in the science classroom, the vial full of some strange-colored liquid.  
 
I missed hearing the band tuning up. I missed playground equipment squeaking and the sound of children squealing—at play. In joy. I missed watching students huddled around a computer at the high school library. I missed cheerleaders exhorting fans. I missed the cheering, too.
 
I missed that moment when a light bulb goes off on a student’s face—yes, it’s something you can see! I missed the sight of students helping each other. I missed kindergartners lining up at their classroom door and walking—quietly, single-file down the hall—for recess.  
 
I won’t belabor the point. We all have our favorite school moments. Schools are busy hubs of activity. Group work is at the core of what schools offer—from classrooms to music, theatre, sports, field trips, clubs, and so on.  
 
But more than anything, nothing can substitute for that teacher-to-student interaction or the work being done among a group of students under the watchful eye and with the confident leadership of a caring teacher.  
 
I repeat—nothing can replace those moments.   
 
I can’t thank our teachers enough for their creativity and flexibility as we grappled with pandemicrelated adjustments, ever since the national lockdown began in mid-March of 2020.   The same heartfelt thank you goes out to all the administrators and staff members—really, all district staff were impacted in one way or another—who made it possible for all that online learning to take place.  As a team and as a family, an REO Speedwagon line comes to mind—we rolled with the changes.   So as we gather again, together, let’s take a moment to appreciate what we’ve got.  
 
The chance to learn from each other. The chances to learn—together. Classroom learning, many studies have shown, sets higher levels of focus and motivation for students.  Teacher-student interaction is as vital as student-to-student exchanges.   
 
The measurable advantages of learning together should be obvious. I think the pandemic also taught us to appreciate the immeasurable aspects, too—the pure, simple happiness that comes with being together.  
 
With your family.
 
 

Las cosas que hechamos de menos

 
La pandemia nos dio una nueva apreciación de las cosas que alguna vez dimos por menos: comer en un restaurante, ver a los Denver Broncos en un estadio lleno, ir al cine con una bolsa de palomitas de maíz, disfrutar de un espectáculo en Red Rocks o abrazar parientes en la gran reunión familiar.
 
Quizás, después de los últimos 13 meses, nunca volvamos a tomar de menos esas cosas. Espero que ese sea el caso.
 
Lo mismo ocurre con la escuela. Ahora que hemos vuelto al aprendizaje en persona en las escuelas de Sheridan, espero que también apreciemos el poder y el impacto de las aulas llenas de buena enseñanza y aprendizaje.
 
Nada supera a un maestro de clase que dirige una discusión reflexiva en persona. Ninguna sesión de Zoom o Google Classroom puede igualar la vista y el sonido de veinte estudiantes y un maestro que analizan una novela o resuelven una ecuación algebraica, juntos.
 
Estas son las cosas que me perdí.
 
Echaba de menos la vista de los autobuses que llegaban a las escuelas por la mañana. Extrañaba ver a los estudiantes saludándose en los pasillos. Echaba de menos el alegre zumbido de un comedor lleno de gente. Echaba de menos ver a los estudiantes acurrucados alrededor de un vaso de precipitados en el aula de ciencias, con el frasco lleno de un líquido de color extraño.
 
Extrañaba escuchar a la banda afinarse. Echaba de menos los chirridos de los equipos del patio de recreo y el sonido de los niños chillando mientras jugaban. De alegría. Echaba de menos ver a los estudiantes acurrucados alrededor de una computadora en la biblioteca de la escuela secundaria. Extrañaba a las porristas que animaban a los fanáticos. También extrañé las visitas.  
 
Me perdí el momento en que se enciende una bombilla en la cara de un estudiante; sí, ¡es algo que puedes ver! Extrañaba ver a los estudiantes ayudándose unos ha otros. Echaba de menos a los niños de kindergarten haciendo fila en la puerta de su salón de clases y caminando, en silencio, en fila por el pasillo, para el recreo.
 
No insistiré en el tema. Todos tenemos nuestros momentos escolares favoritos. Las escuelas son centros de actividad ocupados. El trabajo en grupo es el núcleo de lo que ofrecen las escuelas, desde las aulas hasta la música, el teatro, los deportes, las excursiones, los clubs, etc.
 
Pero más que nada, nada puede sustituir esa interacción maestro-alumno o el trabajo que se realiza entre un grupo de estudiantes bajo la mirada atenta y con el liderazgo seguro de un maestro atento.
 
Repito, nada puede reemplazar esos momentos.
 
No puedo agradecer lo suficiente a nuestros maestros por su creatividad y flexibilidad mientras lidiamos con los ajustes relacionados con la pandemia, desde que comenzó el cierre nacional a mediados de Marzo de 2020. El mismo agradecimiento sincero para todos los administradores y miembros del personal: realmente, todo el personal del distrito se vio afectado de una forma u otra, lo que hizo posible que se llevara a cabo todo ese aprendizaje en línea. Como equipo y como familia, me viene a la mente una línea REO Speedwagon: seguimos los cambios.
Así que mientras nos reunimos nuevamente, tomemos un momento para apreciar lo que tenemos.
 
La oportunidad de aprender unos de otros. Las oportunidades de aprender juntos. El aprendizaje en el aula, según han demostrado muchos estudios, establece niveles más altos de concentración y motivación para los estudiantes. La interacción profesor-alumno es tan vital como los intercambios de alumno a alumno.
 
Las ventajas mensurables de aprender juntos deberían ser obvias. Creo que la pandemia también nos enseñó a apreciar los aspectos inconmensurables: la felicidad pura y simple que viene con estar juntos.
 
Con tu familia.

← BACK
Print This Article